La música le viene a Germán de familia, ya que su madre, tocó el saxofón, como él, y seguro, que ha sido la que le ha metido el gusanillo de este instrumento en el cuerpo.
Cuando vino a verme, su madre, le gustó tanto una sesión que hice a un compañero, que quiso tener algo parecido para su hijo, y regalarle una fotografía enmarcada a su hijo. Hicimos la sesión en el estudio, con fondos blancos y negros, para resaltar el color del saxofón. Germán traía los dos que tiene, por que aparte de utilizar mayormente el tenor, quería tener alguna foto con el soprano.














