La sesión de comunión de Hugo fue una de esas que se disfrutan de principio a fin. Rodeados de naturaleza, con luz suave y ese aire libre que invita a ser uno mismo, conseguimos reflejar su alegría y espontaneidad en cada foto.
Entre juego y risas, también hubo tiempo para capturar dos de sus grandes pasiones: el mundo del costal y el fútbol. Pequeños detalles que hablan de quién es él, más allá de su traje de comunión.
Una tarde sencilla, auténtica y llena de momentos que quedarán para siempre.
