El embarazo es un viaje único. Nueve meses en los que el tiempo parece jugar al despiste: los días se hacen largos, pero cuando miras atrás todo ha pasado demasiado rápido. Es un torbellino de emociones, de cambios, de ilusión y de amor que merece ser recordado para siempre.
Y es que la barriga crece, los movimientos del bebé se sienten cada vez más intensos, y el corazón late al ritmo de la espera. Esa mezcla de nervios y ternura es difícil de describir con palabras… pero una fotografía sí puede captarla.
¿Por qué hacer una sesión premamá?
Para detener el tiempo. Dentro de unos meses, esta etapa será un recuerdo borroso. Una sesión premamá te regala imágenes que nunca caducan.
Para conectar contigo misma. El embarazo a veces pasa tan deprisa que olvidamos saborearlo. La sesión es un momento de calma y de disfrute.
Para compartirlo con los tuyos. Puedes vivirlo sola, con tu pareja, con tus hijos si los tienes… cada familia escribe su propia historia.
Para tu bebé. Sí, aunque todavía no haya nacido. Cuando crezca podrá ver cómo lo esperabas, con qué ilusión lo soñabas y cuánto amor había antes de su llegada.
Un estilo natural y fresco
Mis sesiones premamá están pensadas para que seas tú misma. No hay poses forzadas ni gestos artificiales: la idea es que disfrutes, sonrías, abraces, cierres los ojos y sientas. Yo me encargo de que cada fotografía refleje esa autenticidad que hace único tu embarazo.
Reserva tu sesión premamá
El embarazo pasa rápido, pero los recuerdos pueden durar para siempre. No dejes que este momento único se escape sin retratarlo.
📸 Reserva tu sesión premamá ahora y asegura un recuerdo inolvidable.


