Cuando conocí a Isabel y Benito, me llamó la atención, las personalidades tan diferentes que tienen, Benito, mucho más tranquilo, callado, e Isabel, todo lo contrario, es puro nervio, pero se compenetran a las mil maravillas.
Esta pareja es la noche y el día, y así se reflejó en su boda. Benito era toda tranquilidad, mientras Isabel… No paró en todo el día. Eso si, disfrutaron de lo lindo de su día.
Ver las caras de felicidad de ambos, disfrutando, cada uno a su manera, pero los dos juntos, miradas que Benito dedicaba a Isabel, gestos de cariño, complicidad, son cosas que me gusta ver en una pareja.






























































